lunes, diciembre 11, 2006

Sucedió en Madrid

 No estoy muy seguro de que el programa de Telemadrid con el título de este post siga en antena. Era una emisión en la que se contaban todo tipo de historias truculentas sucedidas en Madrid, casi siempre en los barrios marginales y que a veces olían un poco a guión y otras a maniobra gubernamental para asustar a las viejas en busca de votos.
Esa era al menos mi opinión sobre el programita. Sin embargo, recientes sucesos observados en primera persona han provocado un cambio de opinión.
Ayer, con un renovado aire ecológico, decidí dejar mi cochecito aparcado y coger el transporte público, un tren de cercanías del sur de Madrid y los hechos son los que narro a continuación:
Una mujer de unos 30 años y origen caribeño estaba sentada en el vagón junto a la puerta. Cuatro macarrillas de unos 20 años y con la pinta del típico malote del extrarradio madrileño se suben al vagón y empiezan a molestar a todo el mundo. Dos paradas después se bajan y una vez en el andén reparan en la mujer antes mencionada. La insultan y hacen como que le van a robar el bolso. A la segunda o tercera ocasión la mujer suelta un manotazo y las puertas comienzan a cerrarse para que el tren arranque de nuevo. Los cuatro impiden que la puerta se cierre y suben al vagón insultando y escupiendo a la mujer.
En ese momento, ante la pasividad y miedo general, se levantó un chico de unos 25 años, corpulento y 1m80. Dos personas más lo siguieron detrás de él. El chico se interpuso entre la mujer y los 4 que empezaron a amenazarlo. Uno de los macarras tenía continuamente la mano en el bolsillo sujetando o simulando sujetar una navaja. Tras unos segundos, eternos, de tensión, llegó el conductor del tren o el revisor para desbloquear la puerta y los macarras se fueron intentando acusar al chico.
La mujer insultada y escupida NO le dio las gracias al chico que la defendió.

La gente no está preparada para los conflictos, y menos para los un tipo violento. Vivimos en una sociedad en la que nos hemos dado unas normas para que todos podamos convivir. A los políticos y filósofos de postín se les llena la boca hablando de lo que hay que hacer para que no sucedan situaciones como la antes mencionada: educación, planes de ayuda social, etc. Pero ellos no cogen todos los días el transporte público o viven en barrios de mierda, llenos de delincuentes. ¿Y qué ocurre cuando esto sucede? ¿Qué ocurre cuando hay una situación injusta como la anterior? Posibilidades hay muchas, he aquí unas cuantas:

- Si el chico no se levanta, después de escupirla podrían haber pegado a la mujer ante la pasividad del vagón.
- Si el macarra saca la navaja y se la clava al chico, las consecuencias podrían haber sido graves y los macarras habrían huído ante la cobardía general.
- Si en una pelea el chico esquiva la navaja y rompe un brazo o la nariz a algún macarra, seguro que va a juicio y además tiene que indemnizar al macarra.
- La posibilidad que casi todos fantaseaban: esto no está ocurriendo, no va conmigo, que pase rápido y luego diremos lo difícil que está la vida.

En mi opinión, el vagón entero tendría que haber rugido contra esos macarras, haberles dado dos hostias y tirarlos al andén, si es posible con una costilla o un brazo roto cada uno. Sé que suena duro, pero ¿no empieza a ser el momento de que seamos un poco menos cobardes y de que nos pongamos de parte de las víctimas reales y no de los criminales? ¿Qué me decís de la actitud de la mujer? La situación era clara, las pruebas a la vista de todos y el pueblo soberano. ¿Qué tendría que haber hecho la gente?
Me interesa vuestra opinión.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Comentando estos hechos descritos con un compañero de mi equipo de baloncesto, y tras reflexionar sobre ello, durante más de hora y media que he tardado en llegar a mi casa debido a la suspension del tramo de linea 6 entre Pacifico y Diego de León he llegado a una conclusión.

La sociedad está cívicamente dormida o aletargada. No estamos preparados, o no queremos estarlo, para afrontar ya no sólo amenazas hacia nosotros y las personas que nos rodean, sino a interactuar con los demas.

Pongo algunos ejemplos que para mi son significativos; cada vez veo menos gente levantarse cuando entra una persona mayor, embarazada o alguien con muletas en el metro. Puede que sea un tópico, pero yo recuerdo hace no pocos años que la gente se levantaba como un resorte al entrar cualquiera que perteneciera a alguno de los grupos.

Por otro lado existe una creciente violencia en todos los sectores de las sociedad, empezando por un punto muy importante,los colegios einstitutos; pilar fundamental que determinará el papel de cada individuo en la sociedad.

Lo que yo veo es una mezcla de hastío y violencia, todo ello en unas proporciones que, sin llegar a ser alarmantes; si que habría que intentar redireccionar.

La gente lo suele achacar al inmigración, argumentando que ellos han traido un nuevo clima y concepto de violencia y delincuencia.
Si bien me parece un factor bastante reseñable tambien hay que tener en cuenta que se suele generalizar y meter a todos en el mismo saco, y normalmente suelen crear conflictos entre ellos (aunque sólo por esto afecta ya a la gente).

El problema yo lo ve quizás en la educación que se está dando a los niños; chicos que se pasan toda la tarde solos en casa viendo una televisión que les idiotiza e induce unos comportamientos agresivos y sin escrupulos.

Niños que se convierten en tiranos con unos padres con remordimientos por no estar con ellos, les consienten de todo, teniendo estos chicos un rápido acceso a drogas y alcohol; traslando esta tirania al instituto/colegio y a la sociedad.

Y luego queda gente íntegra, que saltarán a impedir que este tipo de gente trate de agredir a los demás.

Saludos

alter ego dijo...

house, veo que gusta el tema. Gracias por tu comentario.
Además de cuanto acertadamente has dicho, añadiría que la generación que vivió la era franquista tenían un gran miedo de la maquinaria represiva del estado. Hoy, la gente sabe que eso no existe, que la ley es una de las más garantistas del mundo (con los criminales) y que cometer un delito sale muy barato.
Si los delitos son baratos, las faltas son gratis y la policía ni siquiera se molesta en perseguirlas, pero son las faltas, las amenazas, los intentos de agresión, los hurtos, etc lo que provoca la sensación de inseguridad.
A día de hoy todo el mundo sabe que la ley está sólo para el que la cumple y que pegar a un profesor te convierte en el más guay de tu instituto.

Desde luego hay que educar con valores positivos, pero también deberían saber quienes se salen de la ancha avenida de la libertad, que les lloverán palos. Aunque la realidad es que los palos sólo le llueven a quien cumple la ley. ¿Habrá que cambiarse de bando?

Anónimo dijo...

Y a quién no le interesa este tema?
Apuntaba un amigo de mis padres, que aparte de todo lo comentado anteriormente el cambio del código penal se hizo quizás como respuesta a la represión franquista, en la que el delincuente tenia más derechos que la víctima, sintiendose ésta desprotegida.

Por otra parte, una vivencia personal mia y un comentario de esta misma persona me ha hecho reflexionar y darme cuenta que crece la sensación de que se está creando un cierto estado de bienestar exclusivista para ciertos sectores "marginales" de la sociedad, un poco al hilo de tu último comentario.

Yo he trabajado limpiando parques y jardines este verano en una zona con numerosas VPO, y resulta que la gente alli, dejaba las zonas verdes hechas una autentica porqueria, colchones, basura de las propias casas, muebles destrozados,palés y todo tipo de cosas imaginables; solo pongo un ejemplo, habia un parque justo al lado de un bloque de pisos que estaba lleno de bolsas de basura reventadas de ser arrojadas desde las casas contiguas, los del 4º para arriba llegaban al parque, los del 3º para abajo, no, y se esparcia todo por la acera y carretera.

Cmo resultado de esto, me pasaba todo el dia limpiando eso y otras zonas igual de sucias, no llegando a zonas de vecinos, ni mejores ni peores, pero que pagaban impuestos por un servicio de limpieza que no se les podia prestar.

Lo mismo pasa en colegios, y a la hora de pedir todo tipo de ayudas sociales, muchas veces se da prioridad a gente que ni valora esas ayudas, simplemente conocen todos sus derechos, pero ninguno de los deberes que traenconsigo estos derechos. Tengo un familiar que es profesor de instituto en Castilla-La Mancha, y existen determinadas familias que cobran dinero por que sus hijos vayan a clase, chavales que una vez alli convierten las aulas en autenticos infiernos

saludos

Anónimo dijo...

Yo les romperia el retrovisor de sus coches. (Es coña, es mejor no escribir tanto, mira los efectos secundarios producidos en arturo...)

Anónimo dijo...

En mi opinión, no es cuestión de una mayor o menor represión, sino de la creciente incapacidad de ponerse en el lugar del otro (la empatía). Como decía house16, estamos perdiendo la capacidad de interactuar con los demás, nos estamos quedando mancos, cojos, sordos y mudos en esto de las relaciones humanas...

Y hombre, eso sí, deben existir límites, claros y firmes, que garanticen la convivencia. Está visto que el libre albedrío saca lo peor que hay en cada uno... entonces sale la bestia que llevamos dentro.

Y para ejemplo, menudos botones... los seis chavales (13 a 15 años) que "supuestamente" han violado en un colegio de Marsella a una compañera grabando y sacando fotos con el móvil, para luego distribuirlo y amenazarle con hacerlo (lo hicieron igualmente) si decía algo... Por lo menos hubo quien se dio cuenta, y actuó. Están detenidos.

alter ego dijo...

El libre albedrío hace que podamos sacar lo peor... y también lo mejor. Lo cierto es que nos estamos embruteciendo a diarío, y parece que sin vuelta atrás. Pero que quieres que te diga, puede que tengamos lo que merecemos. Si somos incapaces de hacer un sistema educativo y ya tenemos diecisiete, si nos dejamos governar por incompetentes y mediocres (ningún presidente desde la democracia sabía hablar otro idioma), si permitimos la televisión que tenemos, pues ¿que coño esperamos? ¿Un país de filántropos apasionados de las artes y las ciencias? Tenemos lo que nos hemos ganado y lo que viene, que va a ser divertido.