jueves, enero 11, 2007

Pre-juicios

 Ya sé que todos los tenemos, pero ¿deberíamos tenerlos?

Pues claro que sí, ¡menuda obviedad! Pero que insensatez es esa de no tener pre-juicios y de ser políticamente correcto. En un contexto probabilístico, los pre-juicios son información a priori. No tener pre-juicios es de idiotas y ser políticamente correctos es un eufemismo para decir mentiroso y es, en general, una forma dulce de encubrir actitudes mezquinas. Nada de lo dicho anteriormente exime de la educación, que es el aceite que hace que la maquinaria social funcione. Además, un juicio previo puede ser positivo o negativo (aunque es cierto que la RAE le da una acepción peyorativa) ¿No tienes prejuicios? Vete a vivir a un barrio lleno de yonkis, gitanos o skinheads y dime si dejas tu bici en la calle, a tu hijo jugar en el parque o que tu novia te espere en la parada de autobús.

A la hora de valorar a una persona que no conocemos, todos nos hacemos una idea de cómo es lo que vemos de él. Si vemos cómo camina sabremos si es seguro de sí mismo, si intenta demostrar algo que no es, si es una persona apocada o si es cojo. Si le oímos hablar deduciremos si es o no tartamudo, educado, si ha ido a la escuela, si pretende imponerse o ser amable, si le importan las palabras de los demás, etc. Tengo amigos que saben si alguien es un delincuente en menos de 3 segundos, 2 seg. para saber si alguien es una locaza, 2 días para saber si ella quiere ligar contigo (y es que los hay muy lentos para eso) y 1 segundo para saber si ella no se iría contigo esa noche ni aunque la arrastrases del pelo hasta la cueva. Lo importante no es si prejuzgamos a la gente (que todos lo hacemos), lo importante es en cuanto tiempo somos capaces de obtener la información que necesitamos y no equivocarnos en nuestros juicios. Por supuesto que cada individuo es un mundo y un mayor conocimiento sobre la persona concreta nos ayudará a definir mejor cómo es, pero suele ser útil hacer caso a la intuición, si es que la tienes.

Ejemplo práctico: Los camareros en las terrazas de bar

Son gente que huele el dinero, capaces de captar en décimas quién puede darles propina y quién no y ordenarlos. Ese será el orden en el que te servirán (ahora empiezas a darte cuenta de por qué siempre te dejan para el final... si es que te estiras menos que el portero de un futbolín!)

Valorar oportunamente a los demás es un don. ¿Qué no es para tanto!? Mira el número de divorcios en el mundo, el número de estafas y el de malentendidos. Otra cosa es que seas idiota y siempre te equivoques a la hora de juzgar.
Para juzgar convenientemente, prejuzgar es una herramienta útil, que sobre todo te hace ganar en velocidad y limita tu número de errores.
Un ingenuo es alguien que piensa que todo el mundo es bueno. Un desconfiado piensa que todo el mundo es malo. Ambas son actitudes erroneas y se equivocan muchas veces. Tus pre-juicios te ayudan a cometer menos errores. ¿No tendríamos que intentar limitar el número de errores que cometemos con los demás? ¿es mejor ser ingenuo? ¿cuál es el coste de un error en el juicio sobre alguien?

7 comentarios:

Miriam (flxt) dijo...

Lo de los camareros es al revés: te dejan para el final, te sirven con grosería, y aunque el resto del bar tenga su tapita, tu ni la hueles (aunque tu consumición cueste el doble o triple que el chato de vino del viejo de al lado)
Es por eso por lo que después de un servicio tan deficiente, piensas que no se merecen ni que les pagues...

alter ego dijo...

Venga, para ti la perra gorda. Yo también soy de los que piensan que la propina hay que ganársela. Tampoco pido mucho, un poco de atención, una sonrisa y que los vasos estén limpios.
Otra gente bastante amable y dados a la conversación y el buen rollito son los porteros de discoteca. En Madrid les ha dado por los rumanos, ex miembros de la KGB y ex presidiarios. Están aprendiendo español y ya saben decir: Vladimir rompe cuellos

Aetherius13 dijo...

Alter Ego, al final no has explicado la relación conyugal de tú "inteligencia" con tus prejuicios. A no ser, que desde tu punto de vista-muy discutible por cierto- ves la inteligencia como "información", y eso es erróneo.
La información "puede" conducir al conocimiento pero no es inteligencia.

alter ego dijo...

Tienes razón. No he explicado la relación con la inteligencia. Como podrás constatar en ningún momento he dicho que yo lo sea (tampoco he dicho que no). Como bien pretendes decir, la información puede generar conocimiento, pero requiere un paso más. Aunque te haya pasado inadvertido, he hecho una analogía probabilística: los prejuicios son información a priori. Tratando el asunto como un problema probabilístico y a falta de más información, lo mejor que puedes hacer es fiarte de tus prejuicios. Si después tienes la oportunidad de conocer a esa persona, podrás cambiar tu opinión sobre ella.
Ejemplo práctico: son las 3 a.m., es sábado y frente a ti viene un grupo de 30 skinheads. ¿Usarías tus prejuicios girando en la primera calle que pilles o te pondrías a muestrear la población? Tú mismo con tu organismo.

De todas formas, me gustaría que argumentases, con calma, tu opinión contraria. Podría ser tu primera entrada en tu blog, ¿qué te parece?
Un saludo

Jezabel dijo...

Me parece que fue el típico presidente de Manos Unidas, de la ONU o de una organización mundial de algo en plan concordia y paz... bueno, el presidente de una de esas, que dijo "Todos tenemos prejuicios. En nuestras manos está el superarlos."
La frase era algo así. No me quedé con el nombre del autor porque soy malísima para los nombres. Pero el meollo de la cita me parece para profundizar sobre ello.

Yo opino como alter ego. Además, los prejuicios suelen tener una base - injusta la mayoría de las veces -, pero no brotan de la nada.
Ejemplo: el prejuicio "los judíos son usureros" viene de cuando estaban en España allá en tiempos pasados y se dedicaban a actividades que movían dinero, no necesariamente usura ni nada reprobable.

Yo pienso como alter ego. Así, en frío, seguro que hay muchos skinheads que no me van a poner un dedo encima en su vida. Peeero, si yo fuera por la calle una noche de sábado, y viera al fondo un pelotón de skinheads borrachos... pues... seguramente diera un "pequeño" rodeo.
E, incluso, a las 7 de la tarde en una calle concurrida. Es lamentable, pero hoy por hoy existen muchas posibilidades de que si alguien te parte el jeto en medio de la calle, ningún transeúnte mueva un dedo para evitarlo.

alter ego dijo...

Después de la caña que me has metido con los genes ahora no vengas haciendo la pelota ;P
Además, no tienes examen mañana? Alé, más estudiar y menos perder el tiempo con este churriblog.

Jezabel dijo...

Considéralo una disculpa por ser tan malvada y viperina :) Además, debieras tomarte como un halago que opine igual que tú, al menos para algo :P