domingo, enero 28, 2007

Carta a Victoria

Admirada Victoria,

Victoria patastengo 19 años y siempre he querido ser como tú. Tan natural, tan digna, tan rica. No son pocos los esfuerzos que he realizado para parecerme a ti. Soy de constitución un poco rellenita así que he tenido que ponerme a dieta. Una chica que conocí en un bar me recomendó la dieta de la cerveza. Es diurética, tiene pocas calorías, nada de grasas ayuda a conciliar le sueño. Son unas 12 cervecitas diarias y cada día estoy más contenta y más delgada. Lo malo es que ya me he caído dos veces por las escaleras al salir de casa. Estoy todo el día con la faja vulkan esa, pero las piernas no se parecen a las patas de avestruz que tienes tú. Vas a tener que pasarme el teléfono del médico ese, ‘celuleitor’ creo que se llamaba.

Me he echado un novio futbolista que se llama Daviz. Juega en segunda regional pero me ha dicho que seguro que ascienden este año. Es muy guapo e igual que Deiviz, también se lía con las relaciones públicas de los bares.

Con unas amigas hemos formado un grupo. Aún no cantamos muy bien, pero le ponemos voluntad, somos las ‘Espais Chinchón’,una dura competencia para ‘Las terremoto de Alcorcón’ o ‘Las supremas de Móstoles’. Victoria y Karl He prohibido el ajo en mi casa y estoy enseñando a mis padres inglés, lo básico para que no me dejen mal: cool, fashion, Lagertfield, Burberries, Carolina Herrera, Harrods y Deiviz. Menos mal que para ser como tú no hace falta aprender más de otro idioma.

Estoy ahorrando para comprarme ropa de marca de la de verdad. Por ahora, los chinos de la esquina le ponen la marca que yo les pido. No me lo tengas muy en cuenta, je, je, aún no sacamos mucho con los conciertos.

Otra cosilla, he buscado unas gafas igual de grandes que las tuyas, pero no las he encontrado ni en Chinchón ni en Madrid. El de la óptica me dijo, muy amablemente, que si quería algo más grande, preguntase en el taller de recambios de automovil por unos cristales tintados. Cuando llegué me dijeron que no les quedaban monturas, que si quería las pedían a Alemania. Otra opción era un casco, pero no sé, hay algo que no me termina de convencer.
Cara de pava
Ahora, entre nosotras, tengo hora con el cirujano. No se lo he dicho aún a mis padres. Menuda sorpresa se van a llevar. Es un peruano muy simpático que tiene la consulta en el octavo. Me ha explicado que no se anuncia demasiado por no se qué tonterías de una licencia. Le he dicho que quería unas tetas de aspecto natural como las tuyas. Dice que tendremos que usar titanio y tirantes interiores hasta la clavícula. Y que ni se me ocurra dormir boca abajo, que me puedo partir 3 costillas.

Bueno Vicky, te mando unos besos muy cool, ciao

mua, mua

4 comentarios:

Jezabel dijo...

Nunca me había dado cuenta de lo anoréxica que está esa criatura.

Claro que nunca había mirado fijamente una foto suya.

Anónimo dijo...

Victoria es sinónimo de buen gusto, gústele a quien le guste.
¿que culpita de ser guapa y hermosa?
¿que culpita de estar como un tren y forrada?

Jezabel dijo...

Supongo que estás de coña...

alter ego dijo...

La Victoria es el superlativo de artificial, de snobismo en el peor sentido de la palabra, de apariencia hueca y de estupidez. En su día era una chica mona, ahora es sólo un reflejo con foma de chupa-chups y tetas de plástico duro.