domingo, enero 21, 2007

Pausa

Amanecía según el despertador y la bruma arañaba la ventana con su tono gris azulado. Los cristales retumbaban en resonancia con la frecuencia de los humeantes autobuses. Estos cargaban trabajadores provenientes de las zonas del sur que despertaron antes de mi amanecer. La habitación no estaba como la dejé por la noche. Había hecho frío esa madrugada y el hueco de la persiana filtraba el rocío y el contaminado aire exterior. El cuarto había menguado ligeramente, era casi inapreciable por un espectador poco acostumbrado, pero venía sucediendo desde hacía algún tiempo. Habían aparecido nuevas grietas debido a este efecto y todo crujía por las noches. La puerta encajaba mal en su marco y ya no la podía cerrar. El casero amenazaba de nuevo con echarme, —un mes más sin pagar y llamo a la policía—dijo. Sabía que no era cierto, aunque no podía permitirme el lujo de ser reconocido por la policía.

El despertador sonaba nuevamente, estremeciendo e irritando mi ánimo decaído entre el tedio y la pereza. Enchufé la radio sin recordar que su único dial conectaba con las interferencias. Conecté el portátil con manchas de café a la wireless de algún vecino incauto al que esnifé la clave hace unos días.

Aún en calzoncillos cogí mi arma bajo la cama y la miré con curiosidad. Juraría que ayer pesaba más. Perdía valor, estaba perdiendo la serenidad y eso me volvía débil.

El día no comenzaba bien, contaba ya 17 días desde que tu cajón quedara vacío y el miedo me embargase. Solía ser un tipo valiente, frío, analítico, pero ahora estaba sólo. Tan sólo como nunca deseé estar.

No te lo reprocho. Viste que el negocio flojeaba. Desde el último golpe, habían pasado casi seis meses y debíamos permanecer con un perfil bajo, salir de la circulación durante unos meses, hasta que se calmasen las aguas. Ese maldito coronel Beltrán andaba pisándonos los talones. Se había convertido en algo personal y ambos sabíamos que en este tablero no habría sitio para los dos, pero aún restaba mucha partida.
 

2 comentarios:

Joan dijo...

Mmm, interesante. Exijo capítulo 2.

alter ego dijo...

Algo se está cociendo. Seguiremos informando!