jueves, enero 18, 2007

Ilusión democrática

Con la muerte de Franco y tras una época de dudas y Tejeromanejes, valentía de algunos y ganas de avanzar y consenso de los más iniciamos un periodo del que, al parecer, nos sentimos especialmente orgullosos: la Transición. Por lo que se lee en el extranjero hemos sido un ejemplo para gran parte de países por nuestro cambio moderado, no violento y culminado en lo que hoy llamamos democracia. No son pocos los países sudamericanos que han mirado nuestro ejemplo con anhelo y esperanza de tener en sus patrias una transición como la nuestra hacia formas de gobierno más transparentes, por decirlo de alguna manera.

Pues ahora llego yo y digo que tenemos una mierda de democracia. Sí, como suena. Me diréis que las hay peores y que nos podemos dar con un canto en los dientes. Vale, tenéis parte de razón. Pero esto es francamente mejorable.

No voy a entrar (demasiado) en valorar un sistema que permite y casi apoya la corrupción institucional vía las consejerías de urbanismo. Un sistema dirigido por mediocres y acomplejados. No, no voy a soltar el discursito de siempre.

Me centraré en dos aspectos que me parecen fundamentales y sangrantes. El primero es la ley electoral. Nuestro actual sistema de elección de representantes en la Cámara Baja (que es donde cuenta, porque lo que hace el Senado no vale más que para mantener a unos cuantos políticos chupasueldos ) permite que partidos con una escasamente votados mangoneen todo lo posible y más en el devenir de España. Un partido como Izquierda Unida tiene más votos en total que cualquiera de los nacionalistas pero tiene muchos menos escaños (tampoco creo que votar  a IU nos convenga especialemte). Una pequeña parte de la población está superrepresentada frente a una parte mayor que está infrarrepresentada. Además coincide con que las minorías nacionalistas son las que menos se preocupan por el bienestar de todo el estado.

Por ahora sólo hay dos partidos políticos con aspiraciones presidenciales. El resto de los que tienen un número de escaños significativo son nacionalistas. Apenas surgen partidos políticos con vocación nacional debido a este sistema electoral. Esto hace que las alternativas sean nulas. Los dos grandes partidos acumulan poder y representantes sin solución. Por supuesto, esta ley sólo la pueden modificar en consenso entre ellos, pero como lo último que les conviene a ambos es que surjan nuevos bloques y nuevas ideas es algo que no plantearán nunca.

Esto enlaza con la segunda idea. Debido a la mínima variedad de opciones políticas que tenemos a la hora de votar nos encontramos en una encrucijada. O votas a un partido mayoritario tipo PP, PSOE, o a uno nacionalista o votas en blanco. Si votas en blanco, gracias al maravilloso sistema electoral, se lo acabas dando al que menos le falte para obtener un escaño. Vamos, que no hay manera de decir que no estás de acuerdo con ninguno de los partidos políticos más que no votando. Pero si no votas, se reparten el bacalao igual, así que poco arreglamos. A veces, pocas, podemos estar de acuerdo con alguna de las ideas de un partido. Ni de lejos con todas. Pero tenemos que morir al palo y votar a ese partido con el que en el fondo no nos sentimos representados. ¿Sería tan difícil votar 20 puntos fundamentales de la política además de unos representantes? El esfuerzo lo tenemos que hacer menos de una vez al año. Si el formato fuese claro, en menos de una mañana nos leeríamos las propuestas de los partidos y votaríamos políticas, no personas, que en el fondo es lo que queremos, ¿no? Pero las campañas no van por esos derroteros. Se suelen dedicar a ensalzar la imagen de su candidato y jamás a hablar sobre su programa.

¿Por qué no invertir en un sistema seguro de voto electrónico? La tecnología lo permite ¿Por qué no fomentar la participación ciudadana en las leyes y políticas concretas? ¿No deberíamos pasar de los políticos y constituirnos en asociaciones que hagan algo realmente útil? ¿A alguien le suena aún algo parecido a que los políticos desempeñan un servicio público?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Alter

Me parece muy interesante el tema que planteas. Y me he animado a intervenir a pesar de que seguramente no elabore mucho la redacción de mi opinión, dicúlpame por ello.

La ley electoral es una herencia de la transición, una época donde se presentaban a las elecciones decenas de partidos y donde se buscaban toma de decisiones consensuadas y no unilaterales por el partido mayoritario. La marginación de esa multitud de partidos menos votados era necesaria para que tomar una decisión no fuera imposible ante semejante gallinero.

El método utilizado en España para el reparto de escaños se basa en la llamada Ley de Hont:

1. Se reparte escaño a escaño.
2. La primera prioridad de un partido X de conseguir un escaño es V(X)=Votos de X. Si consigue dicho escaño su prioridad pasa a ser V(X)/2.
3. Sucesivamente, cuando un partido ha conseguido su escaño número n su prioridad será V(X)/(n+1).
4. Termina cuando se acaban los escaños.

Entre las propiedades de la Ley de Hont, destacan dos:

1.Es un sistema monótono (Si en la decisión del grupo el candidato x tiene mayor nº votos que el candidato y, y un votante cambia su voto y antes que x por x antes que y, en la nueva decisión del grupo sigue ganano x frente a y).
2. Favorece la formación de coaliciones y la desaparición de pequeños partidos.

Perdonad lo poco pedagógico de la descripción.

Entran en el reparto de escaños únicamente los partidos que han sacado más del 3% de los votos. ¿Qué ocurre ahora? Que esta ley actualmente es una mierda. ¿Alguien piensa que una ley que favorece a un partido mayoritario va a ser cambiada por los partidos mayoritarios? Le invito a una cena al que piense eso, después de darle una buena colleja claro está.

Me he desesperado viendo como PSOE y PP se esfuerzan en los medios por convencernos de que son partidos meridionalmente diferentes jajaja.

Si como yo creo, la gente se diera cuenta de que se diferencian en sutilidades en la práctica y más notablemente en su filosofía, les pasaría como a mí, que querría ideas concretas y objetivos concretos.

La única solución que veo es votar en masa a partido minoritarios, para forzar el cambio del sistema y que se repartan los escaños proporcionalmente. Inconveniente: parece un voto perdido. Pues yo digo que "y un carajo". Para mí es el mejor voto. Si todo el mundo votara a partidos minoritarios, se atenderían mejor los intereses del ciudadano y tendrían que escuchar una variedad más amplia de propuestas.

Que se voten personas es algo molesto pero que todo el mundo vote decisiones políticas (como propones tú), puede que sea arriesgado en determinados casos. Hay mucha gente que prefiere confiar en un político antes que votar sobre un tema que apenas tiene idea. Por vergonzoso que sea, son más los poco informados que los que se molestan por informarse.

Leyendo tu opinión, creo que si lo que quieres es tomar decisiones directamente, monta un partido político si no te gusta ninguna idea. Convence a la gente de que vas a proponer algo nuevo que merece la pena y que además tú y tus compañeros de partido sabéis como llevarlo a cabo.

La gente que está harta de la política es porque todavía no se da cuenta de que están deseando hacer política :)

Sobre medios de votación electrónica échadle un vistazo a esta dirección www.eucybervote.org donde aparecen los últimos adelantos en cuanto a votación electrónica dentro de la unión europea.

Como afiliado que soy, os invito a echar un vistazo al "Por Un Mundo Más Justo", objetivo: erradicación de la pobreza. Por lo menos los que nos voten, sabrán a lo que vamos.

Página web http://www.porunmundomasjusto.com/
Foro http://www.porunmundomasjusto.com/forum/index.php

La única salida que le veo a la democracia actual es votar a partidos minoritarios y de objetivo específico.

Un saludo

Anónimo dijo...

Soy el Anónimo de antes.

Se me olvidó felicitarte por tu blog. Creo que tu ironía y habilidad de expresión escrita son brillantes y divertidas.

alter ego dijo...

Anónimo, bonito nombre! Gracias por tus comentarios y la lección sobre la Ley de Hont. Como veo que no me pones a parir, pensaré que eres un familiar directo.
Por ahora no me animo a hacer política en el sentido de un partido político. Pero desde que comentamos una situación o una ley estamos haciendo política, a la manera socrática. Las asociaciones me parecen una buena alternativa a los partidos políticos, pero en vuestro caso os animo mucho con el partido. Es bonito ver que existe gente con ideales y capaz de movilizarse, no sólo de palabra, para cambiar las cosas. Es posible que lo que más os cueste sea convencer a la gente de que no sois unos jetas que queréis trincar pasta, que suele ser la principal motivación de un político . Y desde luego, esta ley electoral os viene como una patada en el culo. No obtante, os deseo mucha suerte y confío en vosotros dado que conozco la buena fe y ganas de hacer las cosas bien que tiene algún miembro de vuestro partido. Como decía Cela, "el que resiste, gana"