
Hace tiempo que estaba a la expectativa. El motivo era la inauguración de la Capilla del Santísimo de la Catedral de Palma. Mi afición al gótico me hacía tener ciertas reservas sobre el resultado final, aunque por otro lado me parecía una obra ambiciosa, arriesgada y que podía crear escuela. No hay actualmente demasiadas inversiones por parte de la Iglesia en arte sacro a gran escala. El creciente laicismo en Europa está dejando a la Iglesia un poco tiesa, así que no están para derroches ornamentales. Esto es una excepción y no hay duda de que llama la atención. Sin embargo, el resultado final me temo que es propio de una película de miedo, pero no necesariamente con un sentido peyorativo. Tal vez sea por la iluminación en las fotos que han salido publicadas, o por los elementos ornamentales retratados, pero a mí me recuerda al Señor de los Anillos o a película gótica, es decir, misterio y terror. Básicamente, no me gustaría quedarme encerrado en esa catedral en una noche de tormenta. Es posible que ese sea el efecto buscado, una especie de rememoración apocalíptica con motivos marinos.

Por otro lado, no dejo de preguntarme qué representarán las calaveras que hay junto a Barceló en la foto. Desde luego, una obra que no pasa desapercibida.
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