jueves, mayo 18, 2006

El amor y el tiempo

Dice Gala que el amor es una amistad con momentos eróticos.
Los poco románticos creen que el enamoramiento no excede el bienio. Tras esto, dicen, queda aquello que hemos sembrado durante ese tiempo de fertilidad, los vínculos que llamamos amor y los proyectos que no somos capaces de abordar solos. Pero cuando llegan fechas importantes, la nostalgia se hace fuerte y el erotismo cede terreno a la ternura...


Vals de aniversario

Nada hay tan dulce como una habitación
para dos, cuando ya no nos queremos demasiado,
fuera de la ciudad, en un hotel tranquilo,
y parejas dudosas y algún niño con ganglios,
si no es esta ligera sensación
de irrealidad. Algo como el verano
en casa de mis padres, hace tiempo,
como viajes en tren por la noche. Te llamo
para decir que no te digo nada
que tú ya no conozcas, o si acaso
para besarte vagamente
los mismos labios.
Has dejado el balcón.
Ha oscurecido el cuarto
mientras que nos miramos tiernamente,
incómodos de no sentir el peso de tres años.
Todo es igual, parece
que no fue ayer. Y este sabor nostálgico,
que los silencios ponen en la boca,
posiblemente induce a equivocarnos
en nuestros sentimientos. Pero no
sin alguna reserva, porque por debajo
algo tira más fuerte y es (para decirlo
quizá de un modo menos inexacto)
difícil recordar que nos queremos,
si no es con cierta imprecisión, y el sábado,
que es hoy, queda tan cerca
de ayer a última hora y de pasado
mañana
por la mañana...
Jaime Gil de Biedma

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Alter ego, me ha sorprendido gratamente el poema que has escogido para comenzar este blog, para los pesimista un canto a lo efimero del amor, para los optimistas un canto al amor puro. El poema me ha recordado una entrevista que vi hace tiempo a Jorge Bucay, en ella decía que para las personas es muy complicado aceptar que existe el enamoramiento y el amor, y que mientras el primero decrece con el tiempo, el segundo va aumentando y haciéndose muy profundo. Yo no sé si creerlo, mi experiencia es que se puede estar muy enamorado y amar sin condiciones a un tiempo, pero quien sabe... Supongo que un buen amigo tenía razón cuando me decía, cada vez que le era infiel a su pareja, "no intentes entender el amor, hay tantas formas de amar como personas".

Anónimo dijo...

"Borracho de sombra negra", es cierto que hay tantas formas de amar como personas, pero no creo que cualquier forma sea válida moralmente, o por lo menos, no creo que cualquier forma de "amar" pueda entrar en la definición de amor... Pero hay tantas morales como culturas y quizás sería interesante buscar una definición universal (ética) de amor de pareja, en este caso, con los comportamientos correctos e incorrectos que la misma definición conlleve. Hablé el otro día con mi hermano sobre la "cultura" del amor de pareja en diferentes regiones mundiales y del supuesto origen cultural de aspectos como la fidelidad o poligamia, la búsqueda o no de la consanguinidad, etc...¿Habrá una definición universal del amor de pareja? Quizás, sólo puede haber una única definición (o pautas de acción) si todo el mundo y en cada cultura se tuviera el mismo tipo de objetivos en una relación de pareja.

alter ego dijo...

Aunque hubiese una definición universal del amor de pareja, algo que me parece extremadamente complicado, veo imposible que las personas intentes adecuar su forma de vivir sus relaciones en base a esa definición. Para que sea universal, tiene que ser muy general y siempre habrá cosas que no contenten a todos. Para encontrar esa definición habría que abolir todas las culturas menos una y que esa impusiese su criterio. Por si las moscas, yo empezaría a pensar en lo que piensan los chinos del amor de pareja ;)

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo en que habría que abolir todas las culturas menos una, imponiendo ésta su criterio. Podría haber una definición que marcara unos objetivos tan generales que dejaran contentos a mucha gente. Sin embargo, veo más factible una definión que marcara LO QUE NO SE PUEDE HACER en una "relación de amor" porque entonces se saldría de la definición y no se estaría amando, se estaría haciendo otra cosa, pero no amando.
Así quedaría un gran campo abierto para todas las variantes que dejarían a muchos felices.

Podría existir el amor si dos personas están de acuerdo con lo que hacen entre ellas sean cuales sean sus acciones mutuas (gritarse, someterse, pegarse, faltarse al respeto, que uno de los dos sea infiel, etc.)ya que en cada cultura el significado de cualquiera de las anteriores acciones es diferente.

Por ello, me parece prácticamente imposible buscar una definición universal porque habría que elegir algún punto de vista como los dos siguientes: acciones correctas/incorrectas concretas; estar de acuerdo o no con el tipo de acciones entre dos personas...Y hay muchos más puntos de vista que no alcanzo a pensar.

Sin embargo creo que sí que hablamos de culturas desarrolladas para aspectos tecnológicos, científicos...¿por qué no va a ser para aspectos emocionales? Creo que los indígenas que se reproducen sin amor (muy práctico, por cierto) o los que se casan sólo para tener hijos y tener a la mujer en casa a su servicio y oculta bajo un velo mientras deja descendencia con otras muchas mujeres, por ejemplo, quizás lo hagan por superstición, costumbre o creencias, pero tampoco han tenido la oportunidad de desarrollar su cerebro y emociones en otros aspectos que en las sociedades más avanzadas sí hemos hecho, aunque no haya una mayoría que lo use y exprima para sacar lo mejor que dichas emociones y sentimientos te pueden ofrecer.

Puede que los indígenas sean así felices y no necesiten otra cosa, eso les resultará práctico, pero me temo que en el caso de los musulmanes más ortodoxos hay otro tipo de connotaciones y "faltas" a la pseudodefinición de amor que existe en los países "avanzados"

Anónimo dijo...

Después de leer todos vuestros mensajes, no puedo sino preguntarme con un pequeño tinte de tristeza...

¿Por qué queremos o tenemos que buscar una definición al amor?

Cuando uno está acostumbrado, como es mi caso, a tener que definir todo en su trabajo (aunque haya quien no lo quiera ver como trabajo...), a definir teoremas, a demostrarlos, en definitiva, a tratar toda la información de forma racional, lo que realmente le maravilla de los sentimientos y las emociones es que no hay necesidad de pensarlos, sino de sentirlos.

Yo creo que formas de querer hay tantas como personas. Bueno, no, más. Para cada uno de nosotros, hay tantas formas de querer como personas dejamos entrar en nuestra vida. A cada una la queremos de distinta manera, aunque no sea precisamente el "amor" comúnmente entendido de relación en pareja.

En cuanto a lo que comentaba ché-de-chincheta sobre ciertos tipos de matrimonio en otras culturas (o lo que sucedía por aquí hace no demasiados años), en mi humilde opinión pienso que si ni siquiera existe libertad para elegir con quién quieres compartir tu vida, apaga y vámonos. Ya desde el comienzo me parece tergiversado...