Los medios, debido a las cuentas que han de rendir a sus respectivos dueños y a pesar de la tendencia al monopolio en la que vivimos, no suelen coincidir ni en la importancia que le conceden a los acontecimientos ni en el enfoque de las distintas noticias.
Hay un par de aspectos en los que, sin embargo, las "serendipias" (como diría Iker Jiménez) son escalofriantes. El primero de ellos es el deporte. Es cierto que hay leves variaciones dependiendo de quién tenga los derechos de retransmisión de un evento, pero al final todos se pliegan a sucesos tan transcendentes como una carrera de fórmula 1 donde según todos los expertos "es imposible adelantar" ¿para qué coño hacen entonces una carrera?
El deporte consigue además que el varón casado medio español tenga algo de lo que hablar el lunes con los compañeros del trabajo y un tema con el que ocupar su mente. Los romanos tuvieron algo parecido llamado circo.
El otro gran asunto en el que coinciden los medios son las alertas. En España, un ciudadano medio, pasa por unas 70 alertas anuales. Multitud de ellas son climatológicas y tienden a ser contradictorias. Estamos en alerta por sequía hasta que empieza a llover y nos instalamos en un estado de alerta por precipitaciones. La DGT, ante su inutilidad para reducir los accidentes de tráfico, nos dice que evitemos coger el coche, tenemos alerta por temporal, por fuertes vientos, por frío, por nieve o alerta por "comienzo de vacaciones". Nos podrían sugerir que no nos tomásemos vacaciones para evitar las muertes en carretera. Ya han vuelto las alertas por golpes de calor y para corroborar lo adecuado de la alerta nos dan los datos de fallecidos, que suelen ser unos viejos del sur que estaban en una caseta de uralita a 70 grados. No te jode, también yo me moriría. Pero en vez de decir que nos preocupamos una mierda por nuestros viejos y que nos la trae floja lo que les pase, lo que ocurre es que estamos bajo un golpe de calor. Los muy joputas...
La última alerta alimentaria fue la de la gripe aviar. Según los medios habían muerto 20 mil pollos y 7 personas (más o menos). Una granja de pollos media tiene más de 50 mil pollos, así que la muerte, en todo el mundo, de 20 mil pollos es ridículo. Además de que las condiciones, en Asia (donde han muerto), en las que conviven personas y animales, no tienen nada que ver con las de aquí. Preguntemos a Chaney que porcentaje tiene con los laboratorios Roche (vendedor de Tamiflu) y que puesto tiene en la OMS.
Estamos de nuevo en alerta por las "oleadas" de inmigrantes, por el aumento de la inseguridad ciudadana. Alertas por la subida de tipos de interés, por el precio del crudo y el de los carburantes...
¿Pero es que no se dan cuenta del ridículo que hacen? Tal vez sea una manera fácil de vender noticias a cambio de miedo.
Crear un estado de tensión perpetua en el ciudadano es una forma inteligente de aumentar su miedo. El miedo al movimiento, a la toma de decisiones y de iniciativas.( Lo que necesitas en un coche mejor, alimentos más caros, más medicinas...) Se consiguen personas (muchas) , con televisores como apéndices, instalados en la crispación y en el miedo, en la crítica a lo natural y que buscan la seguridad de la quietud. Continuamente nos ofrecen imágenes de lo peligrosos que son todos los inmigrantes, los estudiantes, los jóvenes ( lo que usted necesita en más policía, mejor si es privada). La consecuencia lógica es una predisposición a la manipulación.
Me pregunto por qué no nos ponen en alerta por la proximidad de políticos, por las luchas para controlar el poder judicial, por los ayuntamientos especuladores y corruptos, por nuestro subdesarrollo educativo y cultural, por los problemas reales que va a generar a medio plazo un crecimiento económico basado en la especulación, el turismo salvaje y la mano de obra barata. La dependencia energética de países extranjeros o la ausencia de investigación y de generación tecnológica.
6 comentarios:
Es verdad que casi todos los días pares e impares toca alerta. Pero también creo que de un exceso de exposición, el ciudadano medio está ya inmunizado (o casi). Es como el cuento del lobo. Si algún día llega, nadie le va a creer. Un nivel de saturación tal que provoca la insensibilidad de quien escucha.
Tan acostumbrados estamos a oír esas alertas que se nos ha olvidado ser críticos con ellas. Tal es el volumen de información que por no ponerse a examinar una a una todas ellas, pues nos decimos... si lo dicen en la tele, será verdad. Si lo leo en el periódico, tendrá algo de cierto.
¿Por qué será tan fácil convencernos?
Pero también es verdad que para tomar decisiones, necesitamos información sobre la que basarnos. ¿Habría que buscar todas las posibles fuentes de información? No creo que haya tiempo para todo eso, no es práctico...
Y luego, claro, ésa es otra, lo que no está en los medios, ya no existe, date por perdido...
Cierto es lo de lo inmunes que somo antes las alertas que nos inundan cada mañana, cada día con número de inmigrantes llegados a nuestras costas, muertos en carretera ( ya te tienen que contar como murió, de una manera espantosa y trágica para que te fijes)
Al final se va a hacer real el chiste que dice: Señor Bush, vamos a matar a 2000 afganos y a un dentista y dice Bush:
Y el dentista?
Ve como nadie se va a fijar en los 2000 afganos?
En cuanto a los medios, es cierto que tienen una culpa importante en cuanto a toda su programación, pero no es cierto que nosotros también debemos replantearnos porque algunos programas triunfan y tienen unos altos rating de audiencia.
Esque hasta nosotros mismos e infravaloramos diciendo ¿Qué echan?
¿Qué echan?, flipa, no que programan (cierto que sería un poco pedante) sino, que NOS ECHAN para que lo consumamos como aunténtico ganado.
En fin, creo que cada uno tiene parte de culpa, en esta sociedad, en la que los medios son tán importantes para nosotros, aunque no queramos reconocerlo.
Gab7
De verdad creéis que somos inmunes ante la propaganda mediática. En mi opinión, los problemas que salen a la arena pública son únicamente los que los medios quieren. Las pautas sobre lo que significa el éxito social las marcan también los medios.
Llevamos un tiempo sin oír hablar de las pensiones, cuando interese, veréis que pronto aparece como un tema urgentísimo en la televisión, radio, prensa, etc; y ¿acaso no sabemos ya que el actual sistema será inviable en unas décadas?
Quizás al hablar de este tema se mezclen normalmente: inmuidad, independencia de los medios, catastrofismo (o, como diría alter ego, sensacionalismo), vericidad de las noticias.
Es cierto que nos habituamos a oir las noticias sensacionalistas, y a eso se le puede llamar "inmunización al catastrofismo".
Pero estoy de acuerdo con Alter Ego en que no somos tan inmunes como parecemos, no filtramos con nuestra propia opinión cada detalle que nos aporta la sociedad en los medios públicos (moda; éxito; champús anunciando que "la caspa es horrible", cuando es el proceso más natural del mundo, en la calle vemos a alguien con ella y es motivo de desagrado...) , otros sí que los filtramos (anuncios de fairy que sacan a la ama de casa y nos parece muy mal que siempre los hagan así de machistas, etc.)y creemos por ello que tenemos todo controlado. Hay mil ideas al día que asimilamos y aceptamos sin darnos cuenta sólo por el hábito de verlas u oirlas, y los medios públicos que propagan esas ideas saben que las aceptamos sin darnos cuenta, y aunque sean ideas perjudiciales para nuestra salud mental y social, les interesa para vender el producto.
Por otro lado, creo que debemos desinmunizarnos ante los catastrofismos que nos venden en las noticias respecto a la gripe aviar, por ejemplo, o respecto a preocupaciones que "quieren"(les interesa) que tengamos.
Sí debemos desinmunizarnos en general ante cosas humanas como es la falta de ayuda que hay hacia otras regiones del planeta, hacia el sudamericano que se choca con nosotros por la calle y nos molesta tanto como si fuera un español pero pensamos:"no sólo se choca conmigo sino que encima es sudamericano". Además de "llorar" por lo que nos cuentan en las noticias de gente sufriendo por cruzar una frontera, deberíamos no mirar mal a los inmigrantes que atufan a las 8 pm los vagones de metro por un duro día de cargar piedra en una obra.
Como conclusión, pienso que aunque intentemos no depender de las ideas o de la forma de pensar que los medios de comunicación determinan, sólo podremos alcanzar cierta independencia (como dice "io", no podemos buscar toda la información ni asegurarnos de nada) o actitud crítica que sería, por cierto, muy útil y constructiva, y alimentaría positivamente la presión sobre los medios de lanzar ideas que encajen con esa forma de ser mínimamente independiente: independiente de las creencias e ideas baratas.
Me equivoqué en una frase, quise decir esto: "...creo que debemos INMUNIZARNOS ante los catastrofismos que nos venden en las noticias..."
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