lunes, septiembre 25, 2006

Hidrógeno

Es frecuente oír a quienes afirman que la economía controla la sociedad. También lo es oír el caso contrario: la sociedad controla la economía. Supongo que ambas visones son aproximaciones que pueden servir para explicar algún fenómeno. Seguramente tanto economía como sociedad son parte de un sistema único que interactúa de forma continua y cuya fusión es tan fuerte como el hombre y sus necesidades.
Hablando de necesidades importantes: la energía. Se ha necesitado para el consumo interno por medio de alimentos y también para la mejora de las condiciones de vida. Si el fuego fue una revolución, el petróleo lo ha sido mucho más. Las necesidades energéticas mundiales se incrementan cada año. Sin embargo, los recursos cada vez son más escasos. Nada nuevo. ¿A qué viene el rollo ese de la economía y la sociedad? ¿y el hidrógeno?
Actualmente la fuente más importante de energía es el petróleo. Éste se halla en pocos lugares en nuestro planeta. Asegurar estas zonas y crear la maquinaria precisa para la explotación del petróleo es extremadamente caro. Se necesita una tecnología que suele ser propietaria de multinacionales y permisos de explotación. También se precisa de un ejército que garantice la extracción. Los dos países que actualmente tienen más necesidades energéticas son EEUU y China, que coinciden con los ejércitos más potentes, lo cuál es indispensable para obtener buenos precios y contratos por el crudo. La necesidad de mantener y obtener derechos de explotación suele estar ligada a la necesidad de gobiernos títere en países subdesarrollados. Las dictaduras militares son especialmente proclives al enriquecimiento personal y de los allegados en detrimento del resto de la sociedad. Estos dictadores necesitan financiación y las multinacionales son buenos mecenas aunque, por supuesto, no la causa única del mantenimiento de las dictaduras. La economía se desarrolla a partir de la energía y los recursos para generarla pertenecen a unos pocos. ¿Qué pasaría si democratizamos la energía?
Imaginemos que las multinacionales dejan de pagar por extraer el petróleo ¿Por qué? Porque ya no ganan dinero con ello ¿Y el motivo? Que las necesidades energéticas mundiales han cambiado. ¿Eh? Sigamos imaginando. Pensemos en una sociedad en la que las tecnologías para la obtención de electricidad basadas en fuentes alternativas suplen a los combustibles fósiles. Vayamos más allá. Qué ocurriría si en cada casa o comunidad se pudiese contar con placas fotovoltaicas para alimentar las necesidades energéticas de los hogares. ¿Y si sobrase energía y se pudiese almacenar? Sí, ahora es donde viene el hidrógeno. Resulta que el hidrógeno se puede almacenar y no es más peligroso que un tanque de gasóleo. También resulta que es tan eficiente como la gasolina y que ya hay coches en el mercado que lo utilizan como combustible (aún son híbridos con combustibles fósiles). Si cada persona tuviese su propio generador de energía y pudiese almacenarla, por ejemplo, en tanques de hidrógeno, habríamos democratizado la energía (base de la economía) y tal vez fuese el primer paso para democratizar muchos países. Las trabas van a ser muchas, empezando por las patentes, pero si no lo imaginas nunca lo harás posible

martes, septiembre 19, 2006

Alatriste

No se puede decir que sea la mejor película del año. Por momentos, de la pantalla parecía que iba a saltar Curro Jiménez con Algarrobo. En otras escenas, la fotografía inspiraba a Verano Azul. El Capitán Alatriste va a tantos sitios, lucha en tantas batallas y está metido en tantos problemas de la época que a más de uno le recordará a Forrest Gump. Los personajes hablaban exactamente igual que en la actualidad y apenas hemos aprendido expresiones del siglo XVII, nuestro Siglo de Oro. Hasta aquí mis críticas, porque el XVII me apasiona. España, en el comienzo visible del fin del Imperio pierde batallas en Flandes y Francia. Los malditos ingleses, piratas financiados por la corona británica, arrasan los galeones que no se hunden en tempestades del mar del Caribe. La España del oscuro Góngora, del espadachín Quevedo y del mujeriego Lope de Vega está llena de hombres violentos y de honor, de pordioseros y de nobles de medio pelo. Un rey alelado e idiota, desgastado por la sangre y controlado por su privado. Fuimos el Imperio más grande que ha habido en la Tierra y se nos vino abajo más rápido que cualquier otro hasta entonces, quizás porque como dice Reverte: “Somos un país de gilipollas gobernado desde hace siglos por mediocres, analfabetos y acomplejados”.
La película refleja esta España bastante bien, entre paseos por las estrechas callejuelas, duelos, batallas, tiranos y putas de distinto caché, vemos los lugares y los personajes más importantes de la época. Nos movemos al ritmo del Capitán, que “no era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente” que luchó con honor porque era lo único que sabía hacer y porque pensaba que era lo que tenía que hacer. Aquella sociedad tenía otras reglas y han pasado ya cuatro siglos, pero muchos de los abuelos de nuestros abuelos defendieron a sangre y fuego un ideal y una bandera sobre la que hoy, por desgracia, escupimos.

viernes, septiembre 08, 2006

Personaje: Pepe Rubianes

Este fulano aparece de vez en cuando en televisión o en alguna radio, no sé gran cosa de él. Si tiene una compañía de teatro será, dado lo difícil que es ese mundillo, porque habrá trabajado duro para conseguirlo.
Sin embargo, tampoco me cabe duda de que es un imbécil al que se le calienta la boca con demasiada facilidad. A los que hemos oído sus declaraciones (por muy sacadas de contexto que puedan estar) creo que nos parecerá evidente su opinión respecto de España: http://www.elmundo.es/documentos/2006/01/31/peperubianes/index.html
Imaginemos un tipo que quiere presentar su obra de teatro en París y un tiempo antes de ir dice que Francia “le suda la polla por delante y por detrás”. A pocos nos sorprendería que le dijesen que se meta la obra por donde le quepa. Este tipo, con su actitud arrogante está jugando con el trabajo de mucha gente, que trabajan con él y además, sus declaraciones sobre la Guerra Civil, parecen ser las de una persona que está en medio de la trinchera. Recordemos que hace casi 70 años que terminó y ya sabemos todos lo malos que eran los nacionales... pero puede que empiece a ser el momento de mirar hacia el futuro y no de buscar en el pasado excusas para manipular a los débiles (Escaso o deficiente, en lo físico o en lo moral)

jueves, septiembre 07, 2006

Trabajos forzados

Supongo que tras este post algunos de mis amigos más progres dejaran de hablarme, pero... hoy durante una de las habituales conversaciones de la sobremesa ha salido el tema de un etarra “Bilbao Goikoetxea” que ha amenazado de muerte a los miembros del tribunal que lo juzga y a partir de ahí la conversación ha derivado hacia la utilidad de la cárcel y de las penas de reclusión penitenciaria. La ficción en la que vivimos nos dice que las cárceles han de servir para la rehabilitación de los delincuentes. Me gustaría ver alguna estadística que se haga pública en la que aparezcan los datos de las personas reinsertadas en la sociedad y que no han vuelto a delinquir y han mostrado arrepentimiento real tras su paso por prisión.
La sensación que tengo es que lo único que hacemos con los presos es alejarlos de la sociedad pero, lejos de que estos compensen el daño que han podido causar, somos nosotros los que a cambio de recluirlos les pagamos cierta cantidad mensual y gastos varios.
Me parece que unas cuantas horas diarias de trabajo en bien de la sociedad sería una buena medida de que aprendieran un oficio y resarcieran parte del mal causado. Tenemos un montón de tareas sociales para las que el presupuesto no llega y que son necesarias como la reforestación, la limpieza de montes y playas, la extinción de incendios, el cuidado de ancianos y discapacitados, etc. Eso sí, a ver quien es el guapo que mete un etarra a cuidar del abuelo...

La vuelta del verano

Ya estamos aquí de nuevo, no es mi primer día en el curro pero creo que tengo todos los síntomas de lo que llaman, creo, depresión postvacacional. Se resume básicamente en que no me apetece nada trabajar y que el jefe es ya parte protagonista de mis pesadillas. Me consolaré como un tonto pensando que os pasa a todos y que al menos me puedo desahogar en un blog.
Las cosas no están tan mal, tenemos deporte y programas del corazón a todas horas, menos pan y más circo (aunque reconozco que me he emocionado con la selección de baloncesto porque para los aún no lo sepáis he jugado contra muchos de ellos). Como decía, la cosa no anda tan mal, Castro, ese buen cacho de pan aficionado a los trajes verdes ya está mucho mejor, Luis Aragonés sigue con esa alegre picazón que le surge cuando se enfrenta a un micrófono, mandamos unos cuantos chavalotes al Líbano a hacer el amor (porque dicen que a la guerra no van), en Madrid seguimos excavando en busca de restos arqueológicos.

Mucho ánimo a todos. Si queréis leer un corto y buen relato sobre como afrontar la vuelta al trabajo o recomiendo el post sobre las vacaciones de este blog que he descubierto hace poco:
http://apesardetodojoan.blogspot.com/